No suelo identificarme con Caperucita Roja, siempre me ha parecido demasiado ingenua. Suelo ser mas del rollo Alicia, intentando jugar el juego del sinsentido. Pero hoy llevo un jersey rojo (mi favorito aunque no me favorezca), cubro mi cabeza con su amplia capucha roja, y no puedo evitar que mi mente divague…

Qué pasaría si yo fuera Caperucita Roja?

Lo primero que cruza por mi arropada cabeza, es mi inevitable intento por ser objetiva, “realista” y soñadora. De modo que para mi, el lobo feroz no es tan malo como lo pintan, estoy segura que una parte de mi se quiere casar con el. Por otro lado, fijo que la abuela tampoco es tan buena, y hay que seguirle la corriente sino se enfada. Por último mi parte ecologista y defensora de los animales, no puede sino repudiar a un leñador que es capaz de maltratar a un animal de esa forma; no podía matarle y punto? A que viene el mal rollo de las piedras? Hay formas mas productivas de descargar la ira y las frustraciones.

Quizás no sea tan malo casarse con el lobo feroz? A pesar de lo que diga Ismael Serrano…

Pero quien soy yo para juzgar a un personaje de otros tiempos y otras verdades?...

Mis padres me enseñaron a no tomarme las cosas al pie de la letra, a analizar e interpretar con mi propio juicio. Quizás por eso no me contaban cuentos como Caperucita antes de dormir. Sabían perfectamente que en vez de dormirme pronto, nos dormiríamos mas tarde aun, con los debates que un cuento como Caperucita desataría.
Estoy muy orgullosa de la familia de ovejas negras en la que me toco vivir, y creo que en gran medida gracias a ellos (y a mi por supuesto) tengo un irrefrenable impulso en buscar una reliquia como lo puede ser la objetividad. Esta búsqueda del tesoro, es diaria, es como sentir que jamás encontrarás algo que solo tu vislumbras: la objetividad. No tiene un color definido, todo depende de por donde le proyecte su luz el sol, cambia como el viento, con el lugar y el entorno, se esfuma tan rápido como cuando te embarga el mas mínimo sentimiento, y se nubla cuando tus sentidos están agotados. No existe una verdad para todos pero… ¿puede existir alguien capaz de ver todas las verdades?


Foto tomada por: seasky (http://seasky.deviantart.com/)

No lo creo todavía
estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría

palpo gusto escucho y veo
tu rostro tu paso largo
tus manos y sin embargo
todavía no lo creo

tu regreso tiene tanto
que ver contigo y conmigo
que por cábala lo digo
y por las dudas lo canto

nadie nunca te reemplaza
y las cosas más triviales
se vuelven fundamentales
porque estás llegando a casa

sin embargo todavía
dudo de esta buena suerte
porque el cielo de tenerte
me parece fantasía

pero venís y es seguro
y venís con tu mirada
y por eso tu llegada
hace mágico el futuro

y aunque no siempre he entendido
mis culpas y mis fracasos
en cambio sé que en tus brazos
el mundo tiene sentido

y si beso la osadía
y el misterio de tus labios
no habrá dudas ni resabios
te querré más
                       todavía.


Desde la mayúscula hasta el punto: para Pablo.

Poema de Mario Benedetti